¿Qué son los edulcorantes artificiales?
Los edulcorantes artificiales son sustitutos sintéticos del azúcar que reducen el contenido de azúcar y calorías de los alimentos y bebidas sin sacrificar el dulzor.. Estos edulcorantes, como el aspartamo, la sucralosa y la sacarina, suelen encontrarse en refrescos dietéticos, dulces sin azúcar y postres bajos en calorías.
Aunque ayudan a satisfacer los antojos de dulce sin añadir calorías, los efectos a largo plazo del consumo de estas sustancias han suscitado preocupación por la salud.
Uno de los edulcorantes artificiales más controvertidos es el aspartamo, que suele aparecer etiquetado como E951 en la lista de ingredientes. El aspartamo es un dipéptido formado por ácido aspártico y fenilalanina.dos aminoácidos que se encuentran de forma natural en los alimentos. Cuando el aspartamo se descompone en el organismo, se produce metanol, una sustancia tóxica que puede dañar el sistema nervioso.
Los riesgos del aspartamo para la salud
Efectos neurológicos
Los resultados de la investigación indican que El aspartamo puede provocar dolores de cabeza, migrañas e incluso trastornos neurológicos más graves, como convulsiones y alteraciones del estado de ánimo en personas susceptibles. Se supone que estos efectos están relacionados con los subproductos de metanol que se forman cuando el aspartamo se metaboliza en el organismo.
Salud intestinal
El aspartamo y otros edulcorantes artificiales pueden alterar el microbioma intestinal y provocar un desequilibrio de las bacterias intestinaleslo que repercute negativamente en la Digestión y la función inmunitaria. Un microbioma intestinal alterado se asocia a diversos problemas de salud, como la obesidad, la resistencia a la insulina y la enfermedad inflamatoria intestinal.
Potencial cancerígeno
Algunos estudios han suscitado preocupación por la posible relación entre el aspartamo y el cáncer, aunque las pruebas siguen siendo controvertidas. El Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer (CIIC) ha clasificado el aspartamo como "posiblemente cancerígeno" para el ser humano, lo que sugiere que es necesario seguir investigando su seguridad a largo plazo.
Entender los números E: lo bueno y lo malo
Los números E son códigos para etiquetar los aditivos alimentarios cuyo uso está autorizado en la Unión Europea. Mientras que algunos números E representan aditivos seguros o incluso beneficiosos, otros están asociados a riesgos potenciales para la salud.
Existen números E seguros y perjudiciales, y es importante diferenciarlos. Por ejemplo, mientras que algunos números E como el E300 (ácido ascórbico o vitamina C) son beneficiosos, otros como el E621 (glutamato monosódico o GMS) son más controvertidos.
El glutamato monosódico es un potenciador del sabor utilizado habitualmente en alimentos procesados. Aunque realza el sabor de los alimentos picantes, se ha asociado a síntomas como dolores de cabeza, náuseas y enrojecimiento de la piel en personas sensibles, un trastorno conocido como "síndrome del restaurante chino".
Los peligros de ciertos números E
No todos los números E son iguales, algunos entrañan riesgos considerables. Algunos ejemplos de números E peligrosos son
E320 (butilhidroxianisol, BHA)
El BHA es un antioxidante utilizado para conservar grasas y aceites en los alimentos. Se asocia a alteraciones endocrinas y está clasificado por la IARC como "posiblemente cancerígeno".
E621 (glutamato monosódico, GMS)
Se sabe que el glutamato monosódico puede provocar reacciones adversas como dolores de cabeza, sudoración y dolor torácico en algunas personas. Su consumo prolongado también se ha relacionado con la obesidad y el síndrome metabólico.
E220 (dióxido de azufre)
Este conservante se utiliza normalmente en los frutos secos y el vino para evitar su deterioro. Sin embargo, el dióxido de azufre puede provocar problemas respiratorios en personas sensibles, sobre todo asmáticas.
E951 (aspartamo)
Como ya se ha mencionado, el aspartamo se asocia a problemas neurológicos e intestinales, así como a posibles efectos cancerígenos.
E407 (carragenina)
La carragenina, que suele utilizarse como agente espesante en los productos lácteos y la leche de origen vegetal, se asocia a inflamación y problemas digestivos, especialmente en personas con enfermedad inflamatoria intestinal.
Evitar aditivos nocivos
Dados los riesgos potenciales de ciertos edulcorantes artificiales y números E, es importante prestar atención a los ingredientes de los alimentos y bebidas que consumimos. He aquí algunos consejos prácticos para evitar los aditivos nocivos:
Lea las etiquetas
Compruebe siempre en la lista de ingredientes si hay edulcorantes artificiales como el aspartamo o números E potencialmente nocivos. Evita los productos con una larga lista de aditivos, sobre todo los que se sabe que son perjudiciales para la salud.
Elija edulcorantes naturales
Elija alternativas naturales a los edulcorantes artificiales, como la estevia, la miel, la inulina o el sirope de arce, que ofrecen dulzor sin los riesgos asociados a los productos químicos sintéticos.
Favorecer los alimentos integrales y no procesados
La mejor forma de evitar los aditivos nocivos es optar por alimentos integrales, no procesados, que no contengan edulcorantes artificiales ni conservantes. Las frutas y verduras frescas y la menor cantidad posible de alimentos procesados son siempre una elección segura. Los alimentos ecológicos tienen menos probabilidades de contener aditivos artificiales, conservantes o números E, ya que están sujetos a estrictas directrices que favorecen los ingredientes naturales.
Ácido fúlvico
Comer alimentos bajos en calorías y carbohidratos parece una buena solución. Sin embargo, además de edulcorantes artificiales, suelen contener aminoácidos libres. Si entran en el tubo digestivo, pueden causar diversos problemas. Ácido fúlvico ayuda al cuerpo a Aminoácidos si no hay una molécula portadora para ellos. Esto impide que Aminoácidos en sustancias tóxicas en el intestino.

Conclusión
Los edulcorantes artificiales y ciertos números E pueden parecer inofensivos, pero sus efectos a largo plazo sobre la salud son motivo de creciente preocupación. Sustancias como el aspartamo, el glutamato monosódico y la carragenina se han relacionado con una serie de problemas de salud, desde desequilibrios intestinales hasta problemas neurológicos y cáncer. Tomando decisiones conscientes y eligiendo alimentos naturales y mínimamente procesados, podemos reducir significativamente nuestra exposición a estos aditivos potencialmente nocivos.

